Leer, un momento para compartir

Actualmente necesitamos innovar, ser creativos en las cosas que hacemos, para que estas nos ayuden a sobrellevar la tensión que la situación de aislamiento social nos genera. ¿Por qué no pensar que la lectura sería una de ellas?

Creemos que el proceso de la lectura se inicia cuando nuestros hijos empiecen a leer, pero no es así. Muchos indican que leer a los niños es importante. Pero ¿Por qué lo es?, ¿qué beneficios se obtiene? En estas líneas reflexionaré sobre los beneficios que brinda a nuestros hijos leerles o habituarlos en este proceso de interacción con un mundo de fantasía, con el que se despierta nuestra imaginación.

La lectura favorece el desarrollo cognitivo, incrementa la memoria, la creatividad, la capacidad de escucha, los niveles de atención, y, más aún, este pasatiempo ayuda a nuestros hijos en el desarrollo del lenguaje, ya que incrementa su vocabulario, empleándolo en el futuro para organizar la información aprendida y, por lo tanto, poder transmitirla.

Cuando leemos a nuestros hijos desde temprana edad, desarrollamos en ellos habilidades sin darnos cuenta, van adquiriendo nuevos conocimientos, palabras y estructuras que los ayudan en su comunicación oral. Al leerles, podemos aprovechar los dibujos para realizar descripciones orales, predicciones de qué creen que puede pasar, cambiar el final o agregar algo más a la historia. Podemos hacer infinidad de preguntas que favorezcan su expresión oral y, sobre todo, el diálogo acerca de lo que ellos nos desean transmitir, según su edad. Al ver a los miembros de la familia involucrados en la lectura, generamos con nuestra práctica que este grandioso hábito motive a los niños a imitar estas conductas.

Creemos que debemos leerles muchas páginas o lecturas complicadas. Pero no es así, mientras más sencillas, el niño se involucra en cada uno de los párrafos y hace suyos los sucesos de la historia, por lo tanto, comprende lo que escucha. Cuando nuestros hijos son pequeños, podemos motivarlos observando diferentes libros leyendo pequeños párrafos, cuentos que les gusten, y estos deben estar acompañados de una lectura acorde a su edad, enfatizar en los diálogos, incrementando su interés y participación.

Asimismo, cuando leemos, estamos brindándoles un tiempo de calidad, nuestros hijos consideran que son momentos maravillosos, en donde se consolidan los lazos de amor, por lo tanto, el vínculo padre – niño se hace más fuerte y ayuda en su desarrollo emocional, favoreciendo la relación.

 Por eso resulta importante, en esta coyuntura inusual que nos toca vivir actualmente, y que es difícil para todos, buscar la lectura, como ese espacio, que nos ayuda a desarrollar diferentes habilidades y, sobre todo, sumergirnos en un mundo de fantasía y de conocimiento.

Karen Fernández Blas
Profesora de Elementary School San Pedro
Terapeuta de Dificultades de Aprendizaje y Lenguaje

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